Aparentemente
existen métodos concretos, con bases psicológicas, que pretenden medir el nivel
de creatividad de las personas. Tests como el PAR de Mednick y la batería
creativa de Wallach y Kogan tratan de aproximar la habilidad creativa de las
personas mediante su capacidad de asociación de elementos; es decir, la manera
en que una persona agrupa sus ideas es un reflejo claro de su creatividad.
Mientras más capaz sea una persona de organizar su pensamiento de forma inusual
(para que de esa manera surjan ideas innovadoras), tiene un desarrollo creativo
más amplio, en teoría.
De cierto modo, me parece que esas
pruebas pueden poner a prueba la lucidez inmediata de una persona.
Analizándolas conceptualmente, la manera en que asociamos las palabras sí tiene
un vínculo con nuestro potencial inventivo, y en ese sentido los resultados de
las pruebas sí cuentan con un potencial de validez. Sin embargo, y siguiendo
con la idea anterior, dicha asociación de ideas no me parece que sea algo fijo
e invariable. Aunque en un inicio nuestras asociaciones mentales parezcan
planas y sin-chiste, eventualmente, si nos desinhibimos, las respuestas más
interesantes comienzan a salir. En mi opinión, la creatividad inmediata que
puede imprimirse en una prueba estandarizada tiene una relación muy fuerte con
los estímulos exteriores que experimenta el aplicante en ese momento; el simple
hecho de que se trate de un test puede mermar el desempeño creativo-espontáneo
de una persona.
De igual manera, un factor
importante que determina la creatividad tiene que ver con el valor del producto
de dicha creatividad. El hecho de lograr asociar palabras de manera poco
convencional no es concretamente una habilidad de producir algo valioso, sino,
como dice Edward Bono, de ser diferente sólo por ser diferente, y eso no es ser
creativo. Una persona puede ser creativa en diferentes escenarios y en
diferentes juegos de lenguaje, lo cual es algo que una prueba nunca toma en
cuenta; en mi opinión, la creatividad es producto de un contexto y un momento
en específico, y, en ese sentido, una persona no es creativa el cien porciento
del tiempo, sino que concentra su creatividad e inteligencia para aquello que
más le interesa.
Así
pues, pienso que la creatividad funciona de una manera tan desarticulada que es
difícil de analizarla por medio de pruebas. Pienso que es más posible lograr
emitir un juicio de valor con respecto al producto (ya terminado) de la
creatividad de alguien; es decir, medir la creatividad a partir del legado de
una persona y no de su posible “potencial creativo”.
La verdad, estoy de acuerdo con el hecho de que no se puede ser creativo todo el tiempo. Por lo mismo, en una prueba no saldría todo su potencial. Aunque si lo vemos en otro punto de vista, podría pasar que la persona este con un gran potencial creativo en ese momento y no en la mayor parte de su vida. Creo que este es un punto muy importante para tomar en consideración.
ResponderEliminarConcuerdo con el hecho de que hay diferentes maneras de ser creativo y es verdad hay momentos en que la creatividad no fluye, incluso muchas de las buenas ideas que se tienen son el resultado de un proceso de análisis y considerar posibilidades, suena muy poco creativo, pero el resolver problemas de diferentes maneras también es parte de la creatividad de las personas. Las pruebas sirven para un rango de medición de creatividad inmediata, pero no por eso sea la manera más óptima de "medir" creatividad. Medir creatividad es como medir el aire a puños, no es la manera más práctica de hacerlo, y no por que sea una manera de hacerlo es la más recomendable. Muy buena entrada :D
ResponderEliminarEncuentro sumamente divertido tu titulo, lo cual fue lo que me atrajo a este post.
ResponderEliminarEstoy totalmente de acuerdo con todo lo que publicas por este medio, realmente tu manera de ver las mediciones de creatividad son excepcionales.
Fue un placer leer tus aportaciones.
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Héctor Ocampo