miércoles, 18 de abril de 2012

Esto es una (pequeña) introducción . . .



El ente amorfo e inmaterial que llamamos creatividad tiene una plasticidad tan ilimitada como enigmática; esta cosa tan difícil de definir flota en el aire y en realidad son pocos los que logran obtener el genio que ésta otorga y así comenzar a ver el mundo con ojos distintos, con ojos de raro, de inadaptado, de loco.

La creatividad puede tomar muchas identidades y manifestaciones; ésta puede materializarse como la licuadora de tu mamá o como la quinta de Beethoven, sin embargo el truco siempre recae en la innovación y en la incesante búsqueda de crear algo valioso, útil, bello, interesante y/o transgresor. Además, la creatividad es la responsable del progreso, del avance y del mejoramiento social y estético. Entiéndase que sin creatividad, o gente creativa, no existiría nada: ni la rueda ni la cuchara ni el Sputnik .

Es por eso que este blog está dedicado a esta cualidad tan desarticulada y difusa; esta extraña cualidad que será analizada mediante dos personalidades de lo más peculiares dentro de la música del siglo XX: Charlie Parker y Frank Zappa. Estos dos personajes desbordaban creatividad y son perfectos para explicar cómo es necesario no tener miedo a estar loco para lograr hacer cosas trascendentales; después de todo, los locos siempre tienen algo de excepcional y algo de inmortal.

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